(aquí esta el post que borre por error)
Bueno y por fin llego septiembre, ese mes, posiblemente el mas odiado por todos, termina
el calorcito, la ropa fresquita, las vacaciones, las terrazitas hasta las tantas... para cambiarlo
poco a poco por el frió, ropa con la que pareces el muñeco de michelín y olvídate de estar
mas tarde de las 5 en cualquier terraza.
Pero lo mejor de todo empieza con el primer día de guarde, toda una fiesta...madre mía que
trauma para el peque trueno.
Aunque ya habíamos ido un par de veces a ver la guarde para verla y hacer una pequeña
toma de contacto, el primer día fue toda una odisea. Por empezar el madrugon que no sentó
nada bien, el que gracias adiós a sido de los niños que tranquilamente hasta las 10 o las 11
no amanecía, eso de que a las 8 de la mañana fuera a despertarle no le hizo mucha gracia.
Pasado el primer enfado hasta la entrada a la guarde todo fue con normalidad, peor hay amiga
cuando me tenia que ir...que dramon, digno de cualquier telenovela mexicana.
Empezaron los llantos incontrolados tanto de el como de su prima ( que se sacan 20 días y van a
la misma guarde), se animaban el uno al otro a ver quien tenia mas capacidad pulmonar y quien
podía llorar mas, hay ya el padre dijo que se iba que si se quedaba un minuto mas no dejaba al niño.
Menos mal que las profes ya están acostumbradas a los llantos incontrolados de los primeros días
de adaptación y enseguida los cogieron para llevarle a jugar.
Los primeros días para que no fuera un autentico shock la separación le dejába 50 min 1 h, y
cuando íbamos a recogerlo pues nos iban diciendo como había estado si había llorado mucho
y un poco el comportamiento con los demás niños. A final de la semana ya se estaban quedado las 3h,
seguimos con los llantos de por la mañana, pero en cuanto nos vamos se lo pasa como un enano y
ni se acuerda hasta que voy a buscarlos.
Algún día dejara de llorar ( por que es duro dejarle todo los días al pobre llorando a moco tendido) y
me dirá hasta adiós con esa manita que tiene que me la comería a besos, pero mientras tanto no me
queda otra que salir pitando en cuanto cruza la puerta de la guarde, para no llevármelo de nuevo para casa.
Ademas tengo que pensar que le va genial estar con mas niños jugando y relacionándose, por no decir lo
de tener un horario estricto ya, por que la verdad hasta ahora hacia el horario un poco como quería el
enano, y que solo son tres horas que pasan volando.
El único consejo que se me puede ocurrir dar a todos los papas y mamas que van a empezar con la guarde,
es que valla a llevar al peque el que mas carácter tenga o el mas fuerte por así decirlo, por que es peor
para el niño ver que uno de los progenitores lo pasa mal al dejarle en la guarde y ser pacientes que poco
a poco se adaptan y los llantos algún día los cambiaran por carcajadas o por salir corriendo a jugar con
sus amiguitos sin mirar atrás, ley de vida. mientras tanto, solo nos queda a tod@ aguantar y echarle
paciencia, que todo pasa.
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